martes, enero 31, 2006

La edad tardía




Uno se piensa cuando tiene 20 que a los 30 uno lo va a tener todo muy claro, y no digamos a los 40 y a los 50 ya, ni te cuento.

¿Y si dejáramos de parecer tan cuerdos y razonables y admitiéramos de una santa vez que seguimos tan perdidos como al principio, con más errores y algún que otro acierto?
Sería un favor que les haríamos a las subsiguientes generaciones... ¿O no?

jueves, enero 26, 2006

Spike


No soy mucho de cómics. No es lo mío; pero de vez en cuando surge algún personaje que me chifla.
Este es viejo y entrañable, y tan surrealista que siempre río cuando leo sus viñetas.
Es Spike, el hermano de Snoopy, que vive en el desierto, que escribe cartas, habla solo o habla con el cactus.
Spike que está loco por la chica que pasa en un coche rojo y a la que no sabe qué decirle...
El de aquí arriba es Spike.


miércoles, enero 25, 2006

Todos tenemos derecho a opinar

Pues vale, yo también voy a opinar: Estoy hasta las narices de oir tanta sandez acumulada. Estoy harta. Harta de levantarme por la mañana y ponerme de mal humor. Harta de sentirme agredida por gente inculta sin dos dedos de frente. Harta de oir tantas mentiras y que nadie diga nada.
Harta de tener que andar como pidiendo perdón.
Hasta las narices de que no se respete ni la ley, ni la opinión, ni los desos de gente de buena voluntad como yo.
Harta de que nadie haga el mínimo esfuerzo por ponerse en mi lugar. Harta de que me hagan sentir mal por hablar otra lengua que resulta que es la mía, es decir mi lengua materna y que lleva hablándose en una nación que también es la mia y que se creó hace más de 1000 años. Harta de no poder hablar de federalismo sin que a alguin le coja un síncope. Harta de que no se entienda que todo es compatible . Harta de que me perdonen la vida. Harta de que no se hable nunca del nacionalismo español.
HARTA.
Y es triste y además me indigna que Rajoy haya sido capaz de decir lo que ha dicho. Aunque, claro está, la derecha siempre ha sido más perversa.

domingo, enero 22, 2006




Lo cierto es que Santi (4, izquierda) que está haciendo P-4 se ha convertido en la estrella de clase. Mi hijo se ha descubierto como "el que pega" de la clase.
Así que tengo que soportar estoicamente alguna mirada de reojo de alguna madre de aquellas que sin decir nada lo dicen todo. Según cuenta su profesora los niños de su clase le están haciendo boicot: -y eso es lo que mejor le puede pasar, -dice ella convencida. ¿Intervienen los vigilantes? No, por dios, que estamos en una escuela progresista donde los niños bajan a trompicones las escaleras sin que nadie intervenga. ¿Por qué? Porque así los pequeños aprenden a ir con cuidado (osea a evitar alos mayores) y los mayores aprenden a evitar hacer daño a los pequeños. Ja.
Pero en fin que sí, que tengo un niño que pega y a pesar de que intento decirle que es mejor cuidar a los amigos que darles tortazos, siempre me responde invariable con otro tema más ameno de conversación: los Pokémons.
Con su mejor amigo, Felipe (4, derecha), se están pegando todo el dia, se quieren y se odian y yo me declaro incapacitada.

Pienso que ya le pasará, amigos me cuentan que siempre hay alguien en clase que pega... Pero claro, como que no acabo de ver yo la ventaja. Sí, es valiente y simpático pero... y ¿si se convierte en un asocial? Y si...? ¿Y si...?


jueves, enero 19, 2006

Viva Zapata

Vale, lo reconozco: soy quisquillosamente puntual y no me gusta la gente que no lo es, por el único motivo que juega con mi tiempo como si valiera menos que el suyo.
Dicho lo dicho contaré que en mi trabajo cada día la gente llega más tarde, pero no 10 minutitos , no, no, 45 minutos. Y así estamos. Los que llegamos puntuales pues casi que hacemos el idiota y los que llegan tarde (todo, repito, todo tíos) hala, la jefa no dice nada. Bueno si, de vez en cuando dicen: ay, oye, que supongo que te habrá pasado algo, claro... por llegar tarde...
A esto lo llamo discriminación porque vamos, otro nombre no tiene.
Yo si supiera me tomaría también los 45, pero claro, no sé. Es más aunque me lo proponga, no sé llegar tarde. Y claro, ¿quién coge el teléfono del que llegará después?, yo; etc. etc. etc.
Y si ya sé que no tengo por qué hacerlo, pero me sabe mal, porque soy boba. Rematadamente boba.
Y ¿A dónde van los que llegan tarde? Pues a hacer entrevistas de trabajo...
!viva Zapata!

domingo, enero 15, 2006

Begur

En Begur, a principios de septiembre los manzanos empiezan a dejar caer sus manzanas. Más por el viento que por otra cosa. En Begur sopla la tramuntana, el viento del norte que viene acompañado de aire limpio y cielos claros.
Begur se encuentra en la provincia de Girona, dentro de lo que Pla llamó "Empordanet", su comarca es el Baix Empordá.
La luz que envuelve esa parte de territorio es una luz limpia y clara; un tiempo lluvioso en invierno y aventiscado el resto del año, confiere a esa parte del mundo una luminosidad envidiable. He ido siempre hasta allá desde que tenía 7 u 8 años y nunca he dejado de ir a excepción del año pasado. Begur se encuentra sobre una colina, con un castillo con una vista de locura sobre el golfo de Rosas. Dicen que en días especialmente claros puede verse las Baleares, pero en cualquier caso, sólo con la visión de las Medes es suficiente.
Allá vivía una pariente lejana de la que recuerdo que cuando ya no me recordaba, -nos paramos en la calle y la saludé afectuosamente y ella no supo quién era-, algo de mi se fue con ella.
Es un pueblo pequeño, lleno de turistas y ricos de buen ver, pero a mi me gustan los que son del pueblo: oscuros y de carácter solitario y huraño.
Me gustan las playas del Sur de Begur: Fornells, Aiguablava y Platja Fonda. La primera, un embarcadero solitario en pleno camino de ronda donde se encuentra el mejor hotel del mundo: el hotel Aiguablava, con una terraza frente al mar perfecta y en el que pasé tanto veranos junto a mi tía; Aiguablava donde me bañé por última vez con mi tía y donde de pequeña me bañé también bajo la lluvia con mi padre y Platja fonda, la playa de roca i piedras a la que sólo puede accederse a través de unas largas y empinadas escaleras.
Creo que sin duda eso, y mucho más que eso, forma parte del paisaje natural al que en buena medidad le debo lo que soy.

jueves, enero 12, 2006

La primera vez

A propósito del post de Ariel de hoy, tengo que decir que yo no soy muy amante de los inventos tecnológicos. Tengo móvil, sin mucha pasión, ordenador... y poco más. Bueno si, tengo más cosas, pero no salto como una loca cuando me cae algo así entre manos.
Sí que tengo que reconocer que durante los últimos años si algo me impresionó, emocionó e impactó fue la primera vez que entré en internet (ahora ya en minúscula).Recuerdo perfectamente dónde y cuándo: 1995.

lunes, enero 09, 2006

Preocupación global

Parece ser que si los chinos se deciden a utilizar papel higiénico como los occidentales nos vamos a quedar sin bosques todos.
El consumo de los chinos en celulosa crece imparablemente, de hecho se situa detrás del acero y del petróleo como materia prima más importada y va creciendo sin mesura.
En
2003, China importó 6,03 millones de toneladas de pulpa de madera, y consumió cerca de 8,2 millones.
Y yo me pregunto a mi misma, es más, reflexiono en voz alta: ¿Por qué no se dedicarán a mantener sus tradiciones?


viernes, enero 06, 2006

Noche de Reyes

El regalo más especial y espectacular que me han hecho nunca: Una noche con una mujer.
"Dime ahora el tuyo..."

martes, enero 03, 2006

Mi amiga no deja de preguntarse por qué ellas y ellos enseñan su ropa interior sobresaliendo dos dedos por encima del pantalón. O el ombligo.
A mi amiga no le gusta. A mi me gustan más ellas que ellos porque la eternidad es suficiente como para saber llevar unos pantalones casi por el suelo. Ellos no saben tanto.
Mi amiga se queja y no lo entiende: tanto sexo a la vista...
A mi me gusta aunque no sé por qué me parece que es pura fachada... La deshinibición está en otra generación, creo.
Y nosotras? ¿Por qué llevábamos esas, ahora, horribles hombreras?

lunes, enero 02, 2006

2006

Lo que le pido:

Salud para los míos

Lo que le doy:

Algo más de humor para mirar las cosas.
Algo más de paciencia con esos dos enérgúmenos.
Le regalaré un sueño laboral.
Pensar más en los demás: que se sientan bien.
Salir un poco más.
Leer más.
Vender más libros para hacer hueco en la biblioteca
Comprarme una casita de papel.
Ser feliz con lo que tengo.