martes, enero 03, 2006

Mi amiga no deja de preguntarse por qué ellas y ellos enseñan su ropa interior sobresaliendo dos dedos por encima del pantalón. O el ombligo.
A mi amiga no le gusta. A mi me gustan más ellas que ellos porque la eternidad es suficiente como para saber llevar unos pantalones casi por el suelo. Ellos no saben tanto.
Mi amiga se queja y no lo entiende: tanto sexo a la vista...
A mi me gusta aunque no sé por qué me parece que es pura fachada... La deshinibición está en otra generación, creo.
Y nosotras? ¿Por qué llevábamos esas, ahora, horribles hombreras?