De compras

Ayer Estrella llevaba ajos, limones y bragas.
Ventura se decidió por limones y ajos. Unos ajos morados y brillantes. Unos limones impolutos. Porque Estrella, la gitana de la esquina sur, vendía ambos a buen precio.
Por la mañana, al mirar a través de los postigos, soprendió a Estrella charlando con una joven animadamente. Se daban una receta de arroz a banda y batido de limón. Qué más se lo podía pedir a la gitana Estrella de la esquina sur.
El mercado rumoreaba desde hacía tiempo que la Estrella iba a dejar la esquina; a cerrar la mesa de camping y la bolsa de tela de un banco de promoción de años atrás.
La Estrella se retiraba... Tantos años en la esquina, a sol y sombra, a viento y lluvia, ella al sur, la madre al norte.
Abrió de par en par los postigos para que la luz penetrara de golpe. Eran las 6 de la mañana, empezaba la vida en el mercado

En la ventana de enfrente: Spica.

(Gracias a Nepo por el dibujillo, y si, no puedo evitarlo y no viene a cuento: nos vemos en PARIS!!!)

23 d'abril

Hoy la rosa se va a cotizar segura a primera hora de la mañana, cuando está en los cubos llenos de agua fría y el rojo es espléndido y fresco.
Más tarde, a las 11 o así se cotizará fuerte, al alza. Seguirá fresca y encorsetada entre plásticos y ramas de espigas. A mediodía, como hoy es festivo, no se verán las prisas de los trabajadores para llegar a casa de la novia, mamá o lo que sea con la rosa en la mano. Ese es el punto álgido de cotización. Todo reluce entre las rosas que han venido ni se sabe de dónde.
Hoy se venderán 5 millones de rosas. 5 millones.
La rosa de Sant Jordi... Esa debía ser una rosa silvestre. ¿Cuándo nacieron las rosas? Al principio eran silvestres, nada de cultivos.
Por la tarde las rosas empiezan a sobrecogerse, a tomar un color más morado, morado suave. Y se inclinan levemente. Todavía se venden rosas, alguien que llegó tarde, que aprovecha ahora que empiezan a cotizar a la baja. Los cubos semi vacios, con poca agua.
Más tarde, ya a última hora, las rosas cotizan a la baja, alguien, apresado se aprovecha.
Fin del día.

No somos nada.

*

Votación

¿Deben los hermanos mayores cobrar (dinero) por cuidar de los hermanos pequeños?

Anímate y vota.

Esperamos tus respuestas.

Poniendo orden en el alma

Hoy me atrapó al vuelo algo que nunca había sentido por él hasta ahora. Estaba yo en la habitación pendiente, la que todavía guarda cajas, papeles y trastos viejos. Para qué engañarnos, la mayoría son de él. Me embargó digo, de repente y sin aviso, un arranque súbito de ternura y comprensión hacia sus cosas. Esas por las que tanto nos peleamos porque yo no guardo nada y él lo guarda todo.
Sentí ternura y pensé que debería ayudarle en esa árdua tarea incomprensible de catalogar espacios y recuerdos y papeles y tiquets de compra y extractos del 99. Así que me fui a buscar cajas vacías de zapatos. Y empecé. Me embargó, digo, algo que nunca había sentido y me pregunté por qué sería.
Ahora, cuando todo parece suave, percuten las ondas de las cosas que nunca mueren.

Mi casa.

Esta es la panorámica de mi casa desde mi habitación, una mañana cualquiera de abril.
Abril, que como ya sabeis y dijo aquel, es el mes más cruel.
Y lo mejor es que veo el cielo. Y el amanecer. Porque me levanto pronto, porque parte de la ventana da al este y porque en mi ciudad, el sol sale por el mar.
Por eso nuestras mañanas son exquisitas y relucientes, recien limpias.
Porque yo nací en el Mediterráneo.

Un jardín

Ayer me compré dos plantas para la terraza. Dime tú, que me conoces, qué plantas me compré ayer. Las dos son conocidas.