Una compañera checa de mi trabajo ha sido hoy amonestada por su superiora porque faltaba al trabajo demasiado frecuentemente. La chica, que se acaba de separar, no tiene nadie en la ciudad y su sueldo no le permite contratar a una canguro para que cuide de la niña cuando enferma.
Un compañero de esta compañera falta a menudo al trabajo, está totalmente desmotivado pero todavía hoy no le ha amonestado nadie.
A otra compañera que tiene un hijo enfermo al que no paran de hacerle pruebas y que ha debido ausentarse más de una vez, nuestra jefa le ha pedido que recupere las horas que ha faltado.
A su lado un compañero se ausenta tranquilamente para buscar piso.

¿Diferencia? ¿Sexismo?
Y esto pasa un día como hoy, 20 de noviembre de 2006.