sábado, noviembre 25, 2006

5 minutos

Cada vez que tiro el aceite por el desagüe tengo remordimientos de conciencia. Cada vez que el grifo de agua corre abierto pienso que alguien se está muriendo de sed.
Cada vez que uno de los niños dice que no quiere comer ESO, pienso que otro se muere de hambre.
Cada vez que veo un bosque lleno de basura me deprimo. Y francamente esto es un no vivir, porque a parte de ser socia de WWF no hago mucho más.