domingo, septiembre 03, 2006

Pelotas

Digo yo, que después de centenares de años de jugar a la pelota, debe existir alguna forma racional de poder guardarlas en una casa.
Ahora mismo, si me paseo por la mía, hay tres en la biblioteca, una en el baño, y tres más en la habitación de A y S.
Pero cómo guardarlas! el volumen de todas ellas juntas es inconmensurable. No puedo tirar ninguna y un día que vi una deshinchada y me disponía a tirarla felizmente, se oyo un Nooooooooooooo! que tenemos aguja para hincharla.
Pues eso, las odio.