sábado, mayo 21, 2005

Inteligencia horizontal

A los que nos seguirán, nos gustaría que aprovecharan todo lo que tienen: que sea el más estudioso, el más brillante, que pueda trabajar en algo que le guste y que sea convenientemente retribuido por ello; que pueda siturase y mantenerse, primero él, después aquellos con los que decida proseguir su vida.
Pero, ¿y todos esos otros conocimientos como la capacidad de ser feliz, o la capacidad de ser feliz con lo que tenga, la capacidad de decidir correctamente, de escoger a la persona a la que ame, simplemente porque la ame, de querer a sus amigos, de ayudar o tantas otras capacidades que no se enseñan en la escuela, que no cotizan como valor en la lista de valores y que en cambio les ayudarán infinitamente más a vivir de una manera mucho más positiva?
¿Qué hacemos con todos esos inefables que de no tenerlos, sí que nos van a hacer sufrir a los que los vemos subir?