jueves, marzo 17, 2005

Se busca librero

Durante muchos años compré casi exclusivamente mis libros en la misma librería de Barcelona. El secreto de la fidelidad no estaba tanto en la librería, que estaba bien, como en que estaba Luís.
Luís era MI librero, y el de muchos otros clientes como yo.
¿Y cómo era Luis? Pues era un tipo delgado y alto, con pinta de intelctual que se lo había leído todo. O casi todo. Casi siempre sabía de qué le hablabas, y no negaré que a veces no se lo ponía fácil; incluso cuando le hablabas de un autor cualquiera te contaba lo que sabía, qué libro de su obra le parecía mejor o peor y por qué, era solícito, amable y conocía muy bien su profesión, estoy segura de que la amaba porque amaba los libros.
Pasé incontables horas en aquella librería, hablando, releyendo, comprando, buscando. Fue no sólo una vocación sino un placer compartir tantos capítulos con mi librero.
Pero un día cerraron la librería, y Luis se fue con ella. Había montado hacía poco una pequeña editorial, pero no recuerdo el nombre. Así que le he perdido el rastro. Ahora hay FNACs y otras librerías, pero cuando pido un libro y no sé la editorial o es algo que no es de la más rabiosa actualidad, nadie sabe decirme nada.
Así que busco librero, y por si acaso digo que el mío se llamaba Luís y que trabajaba en una librería de la calle Balmes con Diagonal que se llamaba Look. Lo digo porque por aquí nunca se sabe quien está ojeando blogs. Y a lo mejor tengo suerte y me entero de donde para.