miércoles, febrero 09, 2005

Intérpretes

Viendo al Sr. Borrell intentando poner orden en el Parlamento europeo, ante un grupo de exaltados eurodiputados, pensé en qué debían hacer los intérpretes de los pertinentes idiomas oficiales.
Un intérprete debe traducir a la velocidad del rayo el contenido, pero ¿debe también introducir los cambios de entonación según el estado de ánimo del orador?
Porque claro, es muy diferente decir por lo bajini: Sr. Cohn su propuesta de reducir en 20.ooo los litros de leche anual... a decir a grito pelao: SR. COHN SU PROPUESTA DE REDUCIR EN 20.000 LOS LITROS DE LECHE ANUAL...
Y claro si el intérprete no lo hace, no me negarán que la cosa cambia.
Así que me gusta mucho imaginar a los intérpretes pasar del estado de somnolencia del eurodiputado polaco al reverberar parlanchín del italiano amenazante, o pasar de la bronca más absoluta al chillido impenitente del presidente haciendo callar a los partidarios del NO a la Constitución.
Es más, seguro que ya se conocen el percal antes de empezar y ya se turnan según su propio estado de ánimo, porque si un intérprete, por ejemplo, está deprimido, pues casi que le va a ir mejor traducir al eurodiputado quejoso, y así siempre. Y quien sabe, quizá los intérpretes de los diferentes países se enzarzan en igual o mayor discusión que los políticos de turno.