El primero en ver el mar

Yo no sé cuando fue la primera vez que vi el mar, pero de muy pequeña. El mar forma parte de mi paisaje visual y también vital. Como tantos otros también diré que no me gustaría vivir lejos del mar. Su presencia se siente y no sé cómo pero determina formas y conceptos.
Una vez conocí una chica de unos 20 años que aterrizó a trabajar en la empresa en la que trabajaba yo por aquel entonces. La chica vivía en Barcelona también, a pesar de que no había nacido allí. Era su primer trabajo, voluntariosa y leal como pocos, comprobé más tarde, y sorprendentemente entrañable; su ortografía era curiosa, y cuando tenía que explicarle a alguien como me iba trabajando con ella, no sé por qué pero me gustaba definirla así: si viviera en la Meseta sería de los que nunca habría visto el mar.
Siempre pienso que en el mundo hay mucha gente que no debe de haber visto nunca el mar y me pregunto cómo debe ser.