martes, enero 04, 2005

Ada o el ardor

La preciosa fotografía que ilustra esa edición de Lolita me gusta por la suave inclinación de las piernas, los calcetines bajos y esa falda escolar tan tierna que muestra unas piernas mas allá de todo.
Sin embargo al mirarla me es imposible no asociarla al erotismo, y tan sólo muestra esas piernas cuyo gancho me parece que recae enla inclinación de las mismas. Fue lo mismo que pretendía Nabokov, maestro en moverse sobre la cuerda floja y llevarte al límite de lo prohibido.
Durante años tuve Ada o el ardor como libro de cabecera, aún hoy sigo pensando que es uno de los libros más impresionantes que he leído nunca: la precisón de bisturí para contar una historia de mariposas, dos primos y un paisaje ruso apenas inventado; pocas historias de amor podrían escribirse con mayúscula pero una de ellas sería Ada o el ardor, mucho más que Lolita si se me permite la osadía.

1 Comentarios:

A las 10:02 a. m., Anonymous Anónimo dijo...

Todos los anzuelos tienen alguna suave inclinación, sea para hacerse más atractivos o para que, una vez tragados, sea imposible desasirse.

Lolita no podía ser menos...
.
FA
(with love)

 

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