martes, mayo 31, 2005

Juventud

Cuando me di cuenta de que me había cambiado de bolso, que el monedero se habia quedado en casa y que tenía que pagar el suculento desayuno que me acababa de zampar en la cafetería, era demasiado tarde.
Ni un duro, 20 años, 9:30, en frente de la Universidad, nadie conocido en la cafetería. ¿Qué hacer? Estaba muy apurada, y por más que revolvía dentro de la bolsa, el billetero no estaba.
Me acerqué a la barra, miré a un lado, al otro, hombres hablando y tomando café. Entonces le divisé: un guardia urbano desayunando.
Me armé de valor, me acerqué a él y muerta de vergüenza le conté lo que me había pasado.
-¿Sería usted tan amable de pagarme el desayuno? Si quiere dejo el bolso aquí, voy a mi casa, vuelvo y se lo pago.
Su cara no la puedo reproducir, estaba a medio camino entre la incredulidad y el asombro. Me puse roja como un tomate, a su amigo se le escapaba la risa por la nariz, el camarero tenía los ojos desorbitados, dos mesas detrás mío levantaron la cabeza, un silencio eterno se hizo en toda la cafetería. Me volvió a mirar y me dijo: buuuueno ya pago. Y pagó.
Todavía me pregunto cómo se me ocurrió hacer algo así.

Nunca más me he olvidado el monedero.

domingo, mayo 29, 2005

Cositas buenas

Hay gente que, sin poder evitarlo, a la persona de enfrente rápidamente le ve los defectos: que si las piernas son demasiado largas, que si el otro no lo hacía muy bien, que si su amigo podría ser más generoso...
Mi mirada continúa siendo tan vulnerablemente ingenua como siempre y sin querer, veo las cosas que me emocionan, y quizá sí que no eran perfectas, pero eran tan estupendas...
De mis amigos, de la gente que me rodea y a la que quiero me gusta sacar a relucir sus virtudes, sus cositas buenas, que brillen y se vean, siempre lo mejor, lo que empuja a subir, a saltar, siempre andando y siempre para arriba.
Lo decía Cortázar en una historia de sus Cronopios: hablaba de cuando iba al teatro y se quedaba embelesado por la obra que acababa de contemplar; dos minutos después de acabar siempre salía alguien diciendo: bueno, podía haber estado mejor... Cortázar reivindicaba el derecho a dejarse emocionar y gustar, sin más.
Yo lo reivindico, también. Muchos años después de haberlo leído lo recuerdo perfectamente, por algo será.

viernes, mayo 27, 2005

Querida Lorena Berdún,

Querida Lorena Berdún,
Soy una mujer casada de 38 años, con una vida sexual agradable y placentera, de óptica y moral más cercana a la libertad que a la represión.
Dada mi edad, estado civil y experiencia, como tantos otros seres humanos, no puede decirse que en materia de sexo me escandalicen ya muchas cosas.
Sin embargo, tengo que confesarte que hoy me ha caído un jarro de agua fría, a través del blog de Would, que no ha hecho más que repetirme por enésima vez aquello de que: no te acostarás sin saber una cosa más.
Hoy me he enterado de la existencia y práctica entre adolescentes del juego de la galleta (que no voy a reproducir, para eso está Google) y del juego del impávido.
Ese sí que encuentro mucho más perverso, fascinante y morboso si se tiene también en cuenta que podría ser el juego del impávido i/o de la impávida.
El juego consiste en ponerse un grupo de gente alrededor de una mesa, desnudos de cintura para abajo y poner a alguien que lama a alguno de los presentes teniendo éste que disimular sin que se note que está siendo masturbado. Pierde, obviamente, quien es descubierto.
Querida Lorena,
Crees que este jueguecito adolescente podría aplicarse a edades y grupos no tan adolescentes?

Siempre tuya,

Saravá.

OBS si tuviera narices llamaría al programa...

miércoles, mayo 25, 2005

Tendencioso

(Álex)-¿Tu tienes la comunión?
(Mamá)-Bueno, yo ya la hice.
-¿Y yo?
-Bueno ya sabes... Si de mayor quieres hacerla...
-¿Qué es la comunión, por cierto?
-Es cuando entras definitivamente en la comunidad cristiana y empiezas a tener deberes, como ir a misa los domingos, etc.
-Bueno, creo que no voy a ser creyente.
-Bien, hijo, sigamos...

lunes, mayo 23, 2005

Meteo

Si hoy viajas a Ciudad del Cabo que sepas que es posible que haya ráfagas de viento, que la temperatura está entre los 6ºC y los 17ºC y que el cielo está parcialmente nublado.
Si por el contrario te decides por Reykjavic que sepas que también andan parcialmente nublados con temperaturas que oscilan entre lo 5ºC y los 6ºC.
Ahhhh, los que os decidís por Basil Jones (impresionante ciudad, me pregunto qué te puede pasar en una ciudad con un nombre así.), Belize, estareis muy remojados entre 21 y 28ºC, temperatura aparente de 41ºC.
En Vátoa, Fiji, estareis durmiendo y entre 21 y 25ºC cuando os desperteis. En Rio está lloviendo muchísimo y están entre 21-22ºC.
Y bueno, yo que no me voy a mover de aquí, estoy en Barcelona, día soleado, entre 20-21ºC.

sábado, mayo 21, 2005

Inteligencia horizontal

A los que nos seguirán, nos gustaría que aprovecharan todo lo que tienen: que sea el más estudioso, el más brillante, que pueda trabajar en algo que le guste y que sea convenientemente retribuido por ello; que pueda siturase y mantenerse, primero él, después aquellos con los que decida proseguir su vida.
Pero, ¿y todos esos otros conocimientos como la capacidad de ser feliz, o la capacidad de ser feliz con lo que tenga, la capacidad de decidir correctamente, de escoger a la persona a la que ame, simplemente porque la ame, de querer a sus amigos, de ayudar o tantas otras capacidades que no se enseñan en la escuela, que no cotizan como valor en la lista de valores y que en cambio les ayudarán infinitamente más a vivir de una manera mucho más positiva?
¿Qué hacemos con todos esos inefables que de no tenerlos, sí que nos van a hacer sufrir a los que los vemos subir?

jueves, mayo 19, 2005

El perro, mi padre y el señor

Mi padre solía sacar a pasear a su perro todas las mañanas muy pronto, sobre las 6 más o menos. La casa de mis padres queda frente a un parque poco frecuentado y que a las 6 de la mañana apenas recibe visitantes.
Cerca de Navidad, un año, mi padre empezó a cruzarse, diariamente, con un hombre de mediana edad, alto, de porte elegante, pelo cano y con la peculiaridad de ir vestido con chaqué y pantalón a rayas.
El primer día se saludaron dándose los buenos días, y mi padre muy intrigado nos contó su encuentro. Alborozados todos empezamos a elucubrar mil posibilidades pero ninguna nos parecía coherente. ¿De marcha, en chaqué, cada día?

Pasadas unas semanas mi hermano y yo insistimos a mi padre para que le preguntara qué hacía vestido de esa guisa ese hombre a esas horas.
Finalmente se atrevió, y después del saludo habitual entre los dos hombres solitarios, mi padré le interrogó al respecto:
-Verá -dijo el hombre-, somos unas familia muy numerosa que apenas nos reunimos todos una vez al año. Nos hace una ilusión tremenda y nos gusta vestirnos para la ocasión; como durante el resto del año no tengo oportunidad de vestir el chaqué, y lo tengo guardado con naftalina, unas semanas antes salgo a pasear con él para que se ventile y pierda ese olor a cerrado tan desagradable-.

miércoles, mayo 18, 2005

Per molts anys!!!!


Los hijos de F.

sábado, mayo 14, 2005

La, la, la ...


viernes, mayo 13, 2005

La duda

¿Qué pensaríais de un hombre, casado y con hijos, que sólo quiere rodearse de mujeres guapas, hasta el extremo, por ejemplo, de que las canguros deban ser guapas, también?
El mismo hombre, que ahora tiene tres varones, cuando su mujer le dijo que le gustaría tener una niña, le respondió: ¿Y si sale fea?

Hablando de amor III

"Verrà la morte e avrà i tuoi occhi-
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.

Per tutti la morte ha uno sguardo.
Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti."


"Vindrá la mort i tindrà els teus ulls...
aquesta mort que ens acompanya
del matí al vespre, insomne,
sorda, com un remordiment
vell, o un vici absurd. Els teus ulls
seran una vana paraula,
un crit acallat, un silenci.
Així els veus cada matí
quan et plegues en tu mateixa
al mirall. Oh cara esperança,
llavors sabrem també nosaltres
que ets la vida i ets el no-res.

La mort per tothom té un esguard.
Vindrà la mort i tindrà els teus ulls.
Serà com deixar estar un vici,
serà com veure en un mirall
que torna a sorgir un rostre mort,
sentir que parla un llavi clos.
Baixarem a la gorga muts."

"Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo."


Cesare Pavese




miércoles, mayo 11, 2005

Carnaval I

La tarde quedó apacible cuando salimos del peculiar motel de vistas infinitas sobre el mar y Burle Max. Marchábamos ya del continente e íbamos con tiempo. De repente el Carnaval nos sorprendió con calles cortadas y todo empezó a demorarse más de lo necesario: La noche era oscura, la gente bebía, las calles estaban inundadas de colores y ríos de cerveza y cachaça corrían calle abajo.
Cogimos el coche y nos encontramos enmedio de un engarrafamento. F. apretó el acelerador una hora más tarde, ya a las afueras para llegar al aeropuerto, 130,140,150,160 por las vías de salida. Carril derecho o izquierdo, tanto daba, ibamos a la carioca. Entrecerré los ojos. Estaban a punto de empezar a embarcar. Cuando vislumbramos el aeropuerto apenas quedaban un par de minutos para que cerraran el embarque.
Salté, corrí, llegué. Tiré los billetes sobre el mostrador. La operadora tecleó, tecleó, tecleó. Me miró, miró al ordenador, me volvió a mirar y dijo:
-Já foi.
Y efectivamente, nuestro avión había despegado el día anterior.

lunes, mayo 09, 2005

Climas

Me gustan los climas. Me gusta percibir las diferencias, los cambios, la luz y la oscuridad. Dejarse bañar de sol en invierno, calentando suavemente la piel; o el fresco del otoño, después de ese gran calor del verano.
Las lluvias de abril, deshaciendo la nieve. Ver nevar, cayendo los copos como una caricia detrás de la ventana. Me gusta el frío, más que el calor. Pero el calor permite tumbarse junto al mar, el mar de septiembre. No hay mejor mar, mejor temperatura, mejor arena. Todo queda como después de la batalla, suave y moldeado, preparado para la oscuridad y la tormenta.

Prefiero los días largos, sin embargo. Y las noches cortas. Levantarme pronto y acariciar de cerca el día, no perder horas de luz: divino elemento.
Y cuando estoy en otro país, con otro clima, siempre, primero, miro la luz y el día y pienso y comparo y asemejo a lo que vivo yo, ahora, aquí en el Mediterráneo.
Me gustan los climas y a lo que llevan, y como sus gentes se acoplan y viven, vivimos, sometidos y pendientes de ellos. De la fuerza de la tierra, sus vientos, sus tempestades, sus silencios.

domingo, mayo 08, 2005

La pelouse

Como ya sabemos todos Alonso ha quedado segundo (mardito Raykonnen) y el futuro abuelo estaba muy feliz paseándose por la pista poco antes de la salida. (será verdad que le llamarán Pelayo?)
Nos lo hemos pasado bien. El ambiente era muy familiar, había niños y padres y madres y jóvenes. Hacía un tiempo espléndido y quien más quien menos se ha tumbado en el cesped a tomar el solecito, y la cerveza no era sin e incluso había polos y helados.
La carrera, no muy emocionante porque Raykonnen se ha adelantado enseguida, ha tenido sus cosas; me ha impresionado el trabajo feroz en los boxes cambiando ruedas y cargando gasolina,( si que pierden el tiempo en las gasolineras de a pie). Por cierto que el artilugio con el que ponen gasolina es igualito a la aspiradora de los tele tubbies. Schumacher ha pinchado 2 veces. 2.
Me han gustado los protagonistas, subidos a un camión, haciendo una vuelta al ruedo antes de empezar, luciendo palmito. Y qué palmito.
Me ha gustado la velocidad por lo diabólica: la misma que coge un avión antes de despegar. De hecho durante un tiempo el problema con los coches de F1 era que no salieran volando, creo.
Y los tapones han surtido efecto: han amortiguado las revoluciones del motor y los gritos de Álex. Perfecto.

viernes, mayo 06, 2005

Montmeló I

Nunca he ido a un circuito de F1. Hoy ha sido mi primera vez. He ido a Montmeló a ver el primer entrenamiento para la carrera de domingo.
He constatado las siguientes cosas:
-90% de público masculino. Tipo: polo de diferentes colores, gorra azul o roja, gafas de sol, 25-30 años, chulo-piscinas mayoritariamente.
-el ruido de los coches es brutal. Conclusión: todo el entrenamiento con orejas tapadas excepto el momento en que pasaba de la Rosa para aplaudir rápido.
-el domingo habrá que llevar tapones.
-el precio de una gorra de Renault o de Ferrari asciende al módico precio de 30€. (Álex hará tunning con su gorra blanca.)
-el precio de una camiseta azul de Renault para niño: 45 €. Llevará la de Pokémon que también sirve.
-no he podido seguir los consejos de llevarme una radio pequeña. Pero si el domingo llevo tapones, ¿Cómo escucho la radio? ¿Hablar con Álex? Imposible.


(Seguiremos informando: mañana: Una vuelta en Montmeló con F. ¿Qué escudería lleva las chatis más guapas?)

miércoles, mayo 04, 2005

Ellos

Los que estais leyendo esto tengo que deciros que llegais tarde. Hace poco había una foto de mis churumbeles, pero he decidido que no tiene sentido. Así que la he sacado. Lástima. Es así la vida. Plis, plas.

lunes, mayo 02, 2005

Un placer perverso

La primera vez que cayó en mis manos un libro con las páginas por abrir, pensé que ya había pagado y que vaya gracia tener que pasar el cuchillo, hoja por hoja, para poder leerlo.
Un día, sin embargo, tiempo después, mientras abría otro libro de estos, me descubrí pensando que nadie más había podido leer ese mismo libro. Sería, pues, yo la primera en hacerlo y la única porque el libro era mío.
Me pareció un placer perverso; desde entonces no me quejo cuando cae uno de esos libros entre mis manos y es como si las letras se escribieran sólo para mi, y aparecieran sólo para mi y se dejaran sólo para mi.